Acción Rojinegra




Distribuidora Libertaria

ARTICULO DE LA REVISTA SEMANA
“Mi hermano fue un falso positivo”
 

“Buscaban personas que no fueran de la región para que no reclamaran”

“Buscaban personas que no fueran de la región para que no reclamaran”
 
"Una noche, mientras yo hablaba con mi familia por teléfono, llegó mi cabo Jonathan Pineda y me dijo: "Guajiro, váyase para el cambuche que ya tenemos el 'man' al que le vamos a hacer la vuelta". Yo le pregunté que quién era, pero me mandó a callar y me advirtió que mi capitán Jairo Mauricio García había dado la orden de que no le habláramos para que no se diera cuenta de que lo iban a matar. Le pregunté: "¿De dónde es el 'man'?" y me dijo que de La Guajira. Siempre buscaban personas que fueran extrañas a la región para que ningún familiar los reclamara. De todas maneras yo tenía mucha curiosidad porque también soy de La Guajira. Entonces me salí del cambuche, prendí un cigarro y escuché que el hombre me pidió otro. No le alcancé a ver el rostro porque no había luz ni luna. Estaba lloviznando. Le regalé el cigarro y nos pusimos a charlar. Al poco tiempo me di cuenta de que era mi hermano, Leonardo Montes.

"Mi hermano se había ido de Maicao hacía mucho tiempo, cuando yo apenas era un pelao de 9 años. Por eso no lo reconocí. Pero cuando me dijo el nombre de mi papá, lo comprobé. Era mi hermano y era también al que habían elegido al azar para matarlo. No lo podía creer. Entonces me destapé. Le dije que yo era el 'niño', Luis Esteban, su hermano. Nos abrazamos y en medio de la emoción le advertí que lo iban a matar para hacerlo pasar por guerrillero. Le dije que se fuera, pero él no me creyó. Él se había hecho muy amigo de dos soldados de mi compañía que lo invitaron hasta el cambuche. Leonardo estaba seguro de que no le iban a hacer nada. Estaba engañado.

"Después de 20 minutos conversando con él afuera, me mandaron a llamar. Entonces me fui directo donde mi cabo Pineda y le dije: "Ustedes no pueden matar a ese hombre porque él es mi hermano". El cabo no me creyó y me dijo que mejor hablara con el capitán García, quien tampoco me creyó. Lo único que hizo fue insultarme. Le insistí. Le dije que le preguntara por el nombre de mi papá, de mis hermanos, de la familia, de la calle en Maicao donde habíamos nacido.

"A partir de ese momento todo fue un enredo. El capitán y yo discutimos varias horas y mi hermano lo escuchó todo. Al final, les dije que ya no me importaba si me creían o no, que ese hombre que iban a matar era mi hermano y primero tenían que matarme a mí. "Por qué no trae a un hermano suyo, capitán, o a su papá y así puede irse contento el Día de la madre. Pero con mi hermano no se pueden meter", le dije. Todos estaban muy alterados. No podían creer que la única persona que lograron conseguir para asesinar resultara ser el hermano de un soldado de su propio pelotón. El plan que tenían de buscar a alguien que no fuera de la zona, a alguien que no tuviera dolientes en el pueblo y que su muerte pasara inadvertida, se les había ido a la basura.

"Después de un rato, el Capitán me dijo: "A mí no me duele la mano pa matar a ese hijueputa". Tampoco era difícil encontrar quién lo hiciera porque cada compañía tiene sus dos o tres sicarios, que son siempre los que hacen esas vueltas y se ganan su millón de pesos.

"En un momento de descuido aproveché para decirle a mi hermano que se fuera corriendo, que saltara por unos alambres, que pasara la quebrada y se fuera para la casa porque lo iban a matar. Él decía que no se iba porque ahí sí era más fácil que lo asesinaran. Logramos salir un poco del cambuche, conseguimos una mototaxi y él se fue para el pueblo. Yo me quedé pero, obviamente, esa noche no pude dormir.

"Al otro día me di cuenta de que todo había cambiado para mí. Mis compañeros me odiaban. Entonces le pedí a un coronel que me trasladara porque yo no era capaz de patrullar con la misma gente. Además estaba muy débil, pues me había atacado con fuerza el paludismo. Ese mismo día me mandaron para una compañía diferente en Puerto Libertador, un pueblo cercano a San Juan. Allá me sentí más tranquilo. Al menos no tenía miedo de que me mataran. La idea de denunciar a mis compañeros se me pasó por la cabeza, pero finalmente no lo hice en ese momento. Ya había liberado a mi hermano, que era lo más importante, y quería evitarme problemas con mis superiores.

"Como al tercer día de estar en Puerto Libertador escuché que la compañía donde yo estaba antes había "dado una baja". Me entró la duda por mi hermano y le pregunté a un soldado si sabía quién era el muerto. Él me contestó que no, pero que un carro lo estaba recogiendo para llevarlo al cementerio.

"De inmediato me fui para donde una tía que vive en Puerto Libertador y le conté todo. Le pedí que me acompañara al cementerio. Cuando íbamos caminando hacia allá, pasó el carro con el muerto pero tenía la carpa abajo y no pudimos verle la cara. Cuando llegamos al lugar, el muerto ya estaba en el piso envuelto en un plástico blanco. Yo me tiré sobre él, rompí la bolsa y me di cuenta de que era mi hermano, Leonardo. El hueco ya estaba listo y dos soldados lo agarraron de los pies y de las manos y lo tiraron así, sin ataúd ni nada. Supuestamente, le encontraron una granada y un arma en las manos. Pero ya hay un testigo en el pueblo que dice que él le vendió esa pistola al Ejército y yo me acuerdo cómo, días antes al 30 de abril, dos soldados de mi pelotón la estaban limpiando con orina para borrarle las huellas.

"Después de ver todo esto llamé a mi familia en Maicao. Les conté todo y ellos vinieron por él hasta Córdoba para darle cristiana sepultura. Fue entonces cuando decidí demandar al Estado. Pero el mundo se me vino encima. Estoy en permanente estado de alerta porque pienso que me puede pasar algo. Me da miedo comer lo que me dan en el Ejército y aunque ya completé tres años en la institución y hoy estoy en el Batallón Juan del Corral, en Rionegro, Antioquia, la única función que puedo cumplir es recoger la basura de todos. No puedo ir a zonas de combate porque tengo medidas especiales de protección. Además, muchos me tienen la mala porque saben de la demanda y de mi historia. Yo espero que todo esto pase muy rápido. El caso lo tiene una fiscal de derechos humanos, quien está investigando a los siete militares implicados en mi caso. El día que se haga justicia veré qué otro rumbo le doy a mi futuro. Lo que pasó con mi hermano me cambió completamente la vida y creo que ya merezco un poco de tranquilidad". 
 


Minga indigena!

 Escuche La actualidad de la minga: http://www.onic.org.co:8000/dachibedea.mp3

A partir de las 7:00 de la mañana la Minga ha bloqueado la Vìa Panamericana. Los medios ya mienten con informaciones sobre el uso de explosivos, lo que es contrario a nuestra acción de hecho. Continuamos resistiendo los embates de la fuerza pública, que desde hace media hora atacan a la comunidad. Simultáneamente se realizan bloqueos en vías del Valle del Cauca.

Ya Basta Carajo!
[ 10/14/2008] [ACIN ]

A los pueblos, que hemos salido a ocupar las vías con las que nos encadenan y nos están matando. Arriesgamos la vida por la libertad. Tenemos dignidad y reclamamos respeto. Violento es el orden de codicia que nos ha obligado a esto. No estamos dispuestas ni dispuestos a seguir muriendo en vida. No más.

La Organización Indígena del Valle del Cauca, ORIVAC, envía la proclama ejemplar que anexamos. Un documento para la historia de la dignidad humana. Un testimonio de la verdad. Las mujeres de los corteros amanecen bloqueando las vías del Sur del Valle y del Norte del Cauca. Los indígenas y representantes de sectores agrarios y populares del Valle y del Cauca inician la acción de hecho pacífica, pero firme: el Capital no seguirá circulando tranquilamente a través de territorios ancestrales encadenando a los pueblos con vías que encierran, excluyen y sirven para robarse todo.

El Gobierno de Colombia con los empresarios, seguidos de cerca por las cámaras, los micrófonos y la gran prensa, corren vergonzosamente a montar un espectáculo de negociación y civilidad cargado como siempre de engaños y mentiras. No tienen la menor voluntad de respetar porque sus propósitos y su mandato son contrarios al respeto de la vida y de los pueblos. Hasta las 5 de la mañana de hoy reunidos con los corteros para negarles el derecho a ser trabajadores y ganar lo necesario para vivir. A esto llaman diálogo los falsos. Son ladrones y mayordomos de ladrones. Maestros de retóricas y propagandas. Mentirosos de buenos modales que aprendieron a ejercer como señores de los eufemismos. Lo que dicen es exactamente lo contrario de la verdad. Asesinos de cuello blanco, explotadores cultos, sensibles y sentimentales que aplican a otros magnificado el maltrato que jamás han sufrido y consideran insoportable en sus hogares.

El Gobernador del Cauca declara esta mañana así:

1. Que la vía Panamericana es un bien público y que NADIE puede abusar de el o bloquearlo.
2. Que solo han muerto dos indígenas y que no fueron las Águilas Negras porque estas no operan en esta zona (Norte del Cauca)
3. Que el Gobierno Nacional está buscando dinero de inmediato para cumplir con el acuerdo de El Nilo en uno o dos días (a más tardar pasado mañana).

Nosotros le decimos Gobernador:

1. Que la vía Panamericana es un bien privado de las corporaciones y gamonales por el que llegan a robarnos y reprimirnos y por el que sale la riqueza que le roban a la tierra y a los pueblos. Que sea pública y no la cadena con la que nos someten; precisamente es el pueblo el que la ocupa.

2. Que han sido asesinados además de los dos compañeros del Norte del Cauca de que usted habla, Raúl Mendoza, en Popayán, 5 compañeros en Nariño, tres en Riosucio, Caldas. Pero además se salvó por obra de nuestra resistencia el Gobernador de Canoas, mientras han asesinado a un líder afro en Tumaco, Olga Lucía Vergara y su familia en Medellín. No se le olvide que también en el Cauca asesinaron a Ever González del CIMA y a César Marín de la ANUC. Es posible, Gobernador, que a Nicolás y a Celestino no los hayan asesinado las Águilas Negras como a todas y todos los demás. Nos da lo mismo, en últimas, se beneficia de este terror el proyecto que entra y sale por la vía Panamericana, que se firma en tratados de libre comercio, que se impone con la seguridad democrática y la parapolítica que representa su predecesor y el establecimiento del Gobierno desde los más altos escaños, que se legaliza con las leyes que nos despojan de territorios y derechos, como el Estatuto Rural, el Código de Minas, el Plan Departamental del Aguas. Es el terror y son todos los muertos y desplazados, no solamente los que Usted escoja hoy con su memoria selectiva, los que nos movilizan. NO MAS TERROR PARA ACUMULAR, venga de donde venga.

3. Que ahora corren a aparentar que negocian con los corteros, corren a ofrecerle dineros a ASONAL Judicial y corren a buscar con qué cumplir con los acuerdos de El Nilo, 17 años después. Diez y Siete años después y solamente porque volvemos a movilizarnos! Gobernador, con sus palabras reitera Usted que es la institucionalidad que Usted representa la que nos obliga a las acciones de hecho. Que sus incumplimientos y encubrimientos y leyes y el terror que imponen para robarnos, existen para obligarnos a la acción directa. Ustedes son los mayores promotores directos de la lucha popular. Ustedes y el orden de odio y falsedades que representan y que acaba de cumplir 516 años.

YA BASTA CARAJO! Estamos dispuestos a dialogar con la verdad si del otro lado no hay mentiras y trampas. Estamos dispuestos a creerle a los hechos y no a las palabras. Más que Usted Gobernador, le exigimos al orden que Usted representa que respete el Mandato de los pueblos:

1. No más Tratados de Libre Comercio que nos roban el territorio y la vida sin consultarnos ni respetar nuestros derechos.

2. Que se acabe la Seguridad Democrática , la Política de Guerra, el Plan Colombia II en nuestros territorios. Que se vayan a la cárcel los parapolíticos y que los pueblos juzguemos a quienes han sido criminales de Estado como su predecesor Juan José Cháux Mosquera. Quienes se han servido del poder para someternos y acabar con las culturas ancestrales.

3. Deroguen de inmediato todas las leyes del despojo, empezando por el Estatuto Rural (Ley 1152 de 2007), el código minero y el Plan de Aguas con el que la privatizan para matarnos de sed y acumular ganancias.

A los pueblos, que hemos salido a ocupar las vías con las que nos encadenan y nos están matando. Arriesgamos la vida por la libertad. Tenemos dignidad y reclamamos respeto. Violento es el orden de codicia que nos ha obligado a esto. No estamos dispuestas ni dispuestos a seguir muriendo en vida. No más. A los policías y soldados, que no sigan defendiendo a quienes los utilizan para reprimir y matar a su propio pueblo. A quienes se acostumbraron a mirar desde lejos, que despierten, que luchamos por su dignidad, por nuestra libertad. A quienes desde el exterior sienten interés y compromiso, que se hagan solidarios, que no crean más mentiras, que esta lucha es por ustedes y nosotros, en la acción su frente de dignidad y resistencia. No nos ayuden, nosotras y nosotros ya estamos luchando por ustedes.

Esta lucha es por la vida y la dignidad. YA BASTA CARAJO!
Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del CaucaACIN (Cxab Wala Kiwe)

Corteros de Caña



Articulo de El Espectador


'Esmad es responsable por muerte de de Jhonny Silva'



Hoy lunes 22 de septiembre se cumplen dos años del asesinato de Jhonny Silva en la Universidad del Valle. Por fin ahora se comprueba que si fue el ESMAD, porque sí cargan armas y tienen sicarios, tal como se demostró la semana pasada con el caso ocurrido en Huellas Caloto. No es raro entonces que el General Gómez Méndez, jefe de la Policía de Cali haya sido expulsado por vínculos criminales.

El organismo concluyó que fue un agente de la Policía el que disparó contra Silva, estudiante de la Univalle

Los estudiantes de la Univalle desfilaron por las calles de Cali, protestando por la muerte de su compañero.
Johnny Silva Aranguren ingresó a la Universidad del Valle con el propósito de, algún día, ostentar dos títulos profesionales. Wilman Silva, su padre, un humilde carpintero, financiaba el sueño de su hijo como podía, pero los recursos de su hogar eran limitados. De igual forma, la consagración de Johnny a sus estudios era conocida en la institución.

'A partir del segundo semestre de 2005, él iba a recibir una beca', recuerda Wilman Silva. Pero una bala calibre 38 en la nuca de su primogénito se atravesó en las ilusiones del estudiante. Una protesta nacional en contra del TLC, planeada con anticipación para el 22 de septiembre de 2005, finalizó en el asesinato de Johnny.

En Cali, era un secreto a voces que el disparo había salido del arma de un agente del Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios). La Policía, por su parte, lo negó desde el inicio. Pero ahora que la Fiscalía se pronunció al respecto, no quedó ningún lugar a dudas. 'La persona que dio muerte a Johnny Silva fue un miembro del Esmad aún no identificado', manifestó el organismo en una resolución conocida en su totalidad por El Espectador. Y aunque el rumor pasó a ser una verdad judicial, los padres y amigos de Johnny aún no se explican lo ocurrido. El sólo hecho de que un agente del Esmad portara una pistola es inaceptable para ellos, pues los integrantes del Esmad reciben instrucciones claras y permanentes de no ir armados.

'Nuestro trabajo es prevenir acciones vandálicas o terroristas', exclama el coordinador nacional de los Esmad, coronel Jorge Enrique Cartagena. Aunque el oficial precisa que los agentes son requisados cada vez que se presenta algún disturbio, en este caso, al menos tres patrulleros testificaron ante la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía que tal requisa no se efectuó antes de ir a la universidad.

Contrario al entonces capitán Gabriel Bonilla, cabeza del escuadrón que fue a la Univalle ese día, quien aseguró bajo juramento que él, personalmente, verificó que el personal no portara armas de fuego. '(Bonilla) no hizo nada en colaboración con la justicia', manifiesta la Fiscalía en su documento.

Silva, quien tenía 21 años de edad, estaba en la universidad cuando comenzaron las protestas. Hacia las 2:00 p.m., los estudiantes bloquearon la Avenida Pasoancho y la Calle Quinta, las dos vías principales sobre las que se ubica la Universidad del Valle; y en menos de una hora, los policías, quienes ya estaban alertados de posibles disturbios, llegaron al claustro universitario. Con el paso del tiempo, la jornada se convirtió en un enfrentamiento con la Fuerza Pública en el que reinaron los gases lacrimógenos. Los estudiantes no mermaban en sus pretensiones y los agentes del Esmad procuraban que la protesta no pasara a mayores.

Hacia las 6:15 de la tarde, un grupo de agentes cortaron un pedazo de alambre y, en medio de la oscuridad que se empezaba a asomar, ingresaron a la institución, en contravía de la orden impuesta por el entonces comandante de la Policía Metropolitana, el general (r) Jesús Antonio Gómez Méndez. Entre las 6:20 y las 6:45 p.m., estudiantes y vigilantes, incluso de edificios cercanos a la universidad, vieron a los uniformados dentro del campus, sintieron un par de disparos y minutos después, escucharon un grito: '¡Hay un estudiante herido!'. Era Johnny, quien no había logrado huir, como el resto de jóvenes que vieron a los agentes, por una enfermedad congénita en sus piernas.

Uno de los dos disparos, realizado a 23,7 metros de distancia, alcanzó la nuca de Silva y segó su vida cuando una ambulancia lo trasladaba a la sala de Urgencias de la Clínica Valle del Lili, que se encuentra a pocos minutos de la Univalle. Al menos 19 testimonios fueron oídos por la Fiscalía para reconstruir este episodio.

Por su parte la Policía, en la voz del entonces comandante metropolitano Gómez Méndez, nunca dejó de negar el ingreso de sus hombres en el claustro. La muerte de Johnny subió los ánimos en la ciudad, y los estudiantes se lanzaron a las calles, e incluso se tomaron la catedral de La Ermita, para exigir que se investigara la muerte de Silva y se sancionaran a los responsables.

La discusión continúa

Lo insólito de la decisión de la Fiscalía es que, si bien se determinó la participación del Esmad en la muerte de Silva, el ente se abstiene de dictar medida de aseguramiento contra el hoy mayor de la Policía Gabriel Bonilla y los dos suboficiales que estaban cerca del lugar donde Johnny fue herido. Es decir, en este proceso, el Esmad es responsable, pero individualmente nadie lo es. Wilman Silva le aseguró a El Espectador que en la Fiscalía le dijeron que nadie sería castigado por tratarse de oficiales con carreras promisorias. 'Estoy seguro de que la justicia colombiana no va a actuar. Esperamos lograr algo con la Comisión Interamericana, a donde ya pasamos el caso'.

En su pronunciamiento, la Fiscalía es enfática al manifestar que la autonomía universitaria no exime a ninguna institución de ser objeto de operativos de la Fuerza Pública. Afirmación que alimenta la polémica de los últimos días, luego de que se divulgaran unos videos de encapuchados dentro de la Universidad Distrital de Bogotá.

Recientemente, Cecilia María White, ministra de Educación, aseveró que la Policía seguirá ingresando a las universidades si es necesario, que ése es el mandato del presidente Álvaro Uribe desde antes del incidente con los videos. El coronel Cartagena también aclara que no es decisión de la Policía, sino de las autoridades civiles (alcaldes, gobernadores), permitir el ingreso de los uniformados a los claustros.

'Es que los estudiantes no son ningunas palomas. Yo tengo hombres a los que han herido, hasta los quemado con ácido', dice el coronel Cartagena, quien afirma que los agentes del Esmad son capacitados por Cruz Roja, Personerías y Defensoría en cuanto al respeto por los Derechos Humanos. No obstante, éstas son las tesis que en los ámbitos estudiantiles son rechazadas con vehemencia.

'¿Por qué la Policía pide que se individualice en casos como los de Silva, pero en cambio, ni ésta ni agencias como el DAS dudan en generalizar cuando se trata de los estudiantes? En Colombia se está cercenando ese escenario natural del debate que es la universidad', expresa Jaime Arévalo, vocero del Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo (Modep).

La presencia de Fuerza Pública en las universidades, así como la de encapuchados, no son discusiones de hoy. Son temas que llevan mucho tiempo sobre la mesa, en espera de que las partes lleguen a algún acuerdo. Carlos Ossa, director de la Universidad Distrital, que tanto ha sido cuestionada por el tema de los encapuchados, opina: 'La misión de los Esmad es ofrecer garantías durante las protestas, y para eso se debe coordinar con las autoridades universitarias, para que los jóvenes tengan seguridad. Pero cuando, por ejemplo, el DAS señala a toda una organización estudiantil, lo que se está haciendo es abrir camino para intervenir militarmente las universidades, o para asegurar que éstas son focos de terroristas. Y no lo son'.

COPYRIGHT © EL ESPECTADOR



 

PARA LOS QUE TRATEN DE TILDARNOS DE GUERRILLEROS, TERRORISTAS ETC.. ESTAMOS TOTALMENTE EN CONTRA DE LA FALSA GUERRILLA COLOMBIANA, YA QUE ES UN GRUPO ARMADO LLENO DE MERCENARIOS Y LIDERADO POR FALSOS REVOLUCIONARIOS.

NUESTRO UNICO OBJETIVO ES CREAR CONCIENCIA EN LAS PERSONAS, EN LOS COLOMBIANOS, QUE ABRAN LOS OJOS, QUE DESPIERTEN DE ESE SUEÑO, QUE SE DEN CUENTA DE LAS INJUSTICIAS DE ESTE SISTEMA CAPITALISTA;  UTILIZANDO COMO HERRAMIENTA FUNDAMENTAL EL INTERNET, YA QUE ES EL UNICO MEDIO MASIVO DE COMUNICACIÓN QUE EL ESTADO NO PUEDE MANIPULAR, AÚN.

NI URIBE NI CHAVEZ NI FARC NI AUC

 


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Lo que no se vió en la "pacifica" marcha del 4 de Febrero
 
 
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